«Así habla la ciudad» es una frase que captura la esencia vibrante y dinámica de Santo Domingo, una ciudad donde el bullicio constante de la vida cotidiana reemplaza el silencio. En Santo Domingo, cada rincón emite sonidos que narran historias, desde el ajetreo del tráfico hasta el murmullo de conversaciones en los barrios. Es una expresión de su belleza única, una belleza que no reside en la calma ni en la serenidad.