Texto descriptivo
Hace poco hablaba con un amigo sobre sus viajes por varios países del mundo. Me hablaba sobre la comida, las personas, la arquitectura, las costumbres y, entre muchas tantas cosas más, me habló del ruido particular que tenían las ciudades que visitaba. La ciudad de Madrid no sonaba igual que París, tampoco la Ciudad de México tenía la misma musicalidad que otorgaban las calles de Ámsterdam. Es así como nace este cartel. De aquellas partituras nacidas de las avenidas, de los hogares, de sus habitantes y de todo lo que la hace viva. Así habla la ciudad.
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