Texto descriptivo
En el bullicio diario se captura la esencia de San Salvador, la voz de la ciudad que se manifiesta en sus rincones más cotidianos y auténticos. A través de un vendedor ambulante de «panes mataniños», un personaje que encarna la lucha y la resiliencia de los salvadoreños. Estos panes tradicionales, conocidos por su nombre peculiar, famosos por ser tan contundentes que se dice pueden ‘matar el hambre de un niño’. Frente al majestuoso Palacio Nacional, el vendedor y su carreta representan la fusión entre lo monumental y lo cotidiano. Donde las voces de los ciudadanos son los ecos que resuenan en la ciudad. Este proyecto es un homenaje a esos héroes anónimos que, con su esfuerzo diario, construyen la verdadera alma de San Salvador, recordándonos que la ciudad habla a través de sus personas.
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