Texto descriptivo
El latido verde
La ciudad tiene su propia voz, aunque no la escuchemos, aunque no la veamos claramente. Podemos saber que la ciudad habla a través de sus edificios, su crecimiento y evolución. Sin embargo, en medio de este crecimiento, por querer ser su mejor versión, hay algo importante que se está perdiendo, la conexión con la naturaleza. A medida que la ciudad se expande y se actualiza, como un joven en constante cambio, la naturaleza se queda en el olvido, cada vez más difícil de escuchar y ver.
La naturaleza es tan vital como la úvula en nuestro cuerpo; sin ella, sería difícil respirar, comer, y, lo más importante, hablar. Debemos escuchar a la ciudad ahora que está emitiendo gritos a pesar de ser un lugar mejor; no descuidemos lo que la mantiene con vida, que es la naturaleza