Texto descriptivo
Después de más de una década con alambrado eléctrico en el techo de mi vivienda, decidimos retirarlo porque «se va a ver más lindo», según mi abuela. Pero, ¿Cómo podemos pensar en lo bello, cuando vivimos en lo que antes fue un barrio peligrosísimo dominado por la MS13?
La seguridad en El Salvador ha cambiado radicalmente. Antes, caminar libremente por San Salvador era impensable; la ciudad solo conocía el idioma del miedo. Ahora, bajo un régimen de excepción, experimentamos una libertad extraña y costosa, llena de injusticias y violaciones graves a los derechos humanos, que existen aunque las callemos. San Salvador está aprendiendo el idioma de la libertad, pero, hoy por hoy, estamos mudos.
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