Texto descriptivo
Mi concepto se basa en que, dentro del confinamiento del trabajo, hay un eco persistente que resuena desde la ciudad, llamando a la libertad. La ventana no es solo un lugar físico, sino un recordatorio de que la vida ocurre más allá de las paredes, y el tiempo se va agotando. El personaje en la ilustración está atrapado en la monotonía, pero el eco de la ciudad lo invita a reconectar con lo que realmente importa. «El Eco de la Libertad» es el susurro de la ciudad, llamándonos a liberarnos del encierro y redescubrir la vida. Los colores cálidos fuera de la ventana representan felicidad y serenidad, mientras que los tonos fríos del interior simbolizan tristeza y rutina. El gato refuerza el deseo de escapar y respirar aire fresco, destacando la necesidad de valorar y disfrutar nuestra ciudad.
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